El presidente del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa y diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, el director general de GHK, César Gimeno, la viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental, Amaia Barredo, y el director de Calidad Ambiental y Economía Circular de Gobierno Vasco, Javier Agirre, han visitado hoy las instalaciones del Complejo Medioambiental de Gipuzkoa (CMG). Durante la visita, los representantes de Gobierno Vasco han recorrido la planta de tratamiento de las escorias resultantes de la valorización energética de los residuos urbanos de Gipuzkoa.

En este encuentro se ha aprovechado para analizar las prioridades que tienen ambas instituciones para dar cumplimiento a los nuevos objetivos de gestión de residuos en Euskadi y para analizar los proyectos prioritarios que Gipuzkoa quiere impulsar. El objetivo es buscar las sinergias que permitan avanzar de una manera más rápida en el cumplimiento del Plan de Gestión y satisfacer los nuevos objetivos de las Directivas Europeas.

Para ello se han estado revisando los próximos proyectos que la Diputación de Gipuzkoa quiere impulsar en valorización de residuos municipales y los generados por su tratamiento y las posibilidades de que estos sean financiados por la nueva línea de ayudas que Gobierno Vasco sacará el próximo mes con fondos de recuperación dentro del plan EUSKADI NEXT.

Por otra parte, se ha profundizado en los contenidos del nuevo decreto que está elaborando Gobierno Vasco para la valorización de escorias entre las que se encuentran las escorias resultantes de la valorización energética.

Desde el inicio de operación del CMG-1, Gipuzkoa valoriza energéticamente toda la fracción resto de los residuos que antes iban a vertedero, generando 160.000 MWh al año, energía suficiente para abastecer a 45.000 hogares y 130.000 personas aproximadamente. Este proceso de valorización energética, genera unas 30.000 toneladas anuales de escorias que se tratan posteriormente en la planta de valorización de escorias de la segunda fase del CMG, a través de distintos procesos para transformarlos en áridos para obras públicas y fabricar cemento.

El tratamiento consiste concretamente, en el enfriamiento y secado, separación de metales, trituración y clasificación por tamaños, y un proceso de estabilización e inertización durante dos meses. Una vez pasado todo este proceso, se obtiene el árido al que después se le dará diferentes usos. Tanto la viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental, Amaia Barredo, como el director de Calidad Ambiental y Economía Circular, Javier Agirre, han podido contemplar de primera mano el resultado obtenido a través de este proceso y la buena calidad del árido.